miércoles, 30 de abril de 2014

MUJER AMOR


MUJER

 

Eres muy fuerte, mujer

Yo un hombre débil

Tú resistes firme

Yo sucumbiría

 

No puedo amarte así, erguida

Vuelve tus ojos a mí

Vuelve tus labios a mí

Entrégate ebria de mí

Déjame besar tus ojos

Déjame besar tus senos

Ven, fúndete a mí

No tengas miedo, te quiero.

 

De nuevo

Reinan las sombras

La luz se fue a dormir

De nuevo

Tendido desnudo

De nuevo pensando en ti

¡Que no daría!

Por sentir este instante

Tu piel rozar con mi piel

¡Que no daría!

Por estar un minuto

Fundido a ti

¡Que no daría!

Porque el aire me traiga

El aroma a ti

¡Que no daría!

Que no daría yo por ti

 

En sueños cabalgo tus rodillas

En sueños llego a tu raíz

En sueños penetro en ella

En sueños imagino tus frutos

En sueños deseo que no sea sueño

En sueños busco la realidad

Porque los sueños nunca

Nunca se han de lograr…..

 

A mi pasión

No encuentro respuesta

Al menos

No la que quiero yo

¿Dónde estás al besarte?

¿Dónde estás cuando amas?

¡oh! Mujer

Animal sagrado
 

¿Cómo así, me tienes encadenado?

 

¿Qué hay en ti?, mujer

Dime ¿Qué tienes?

Toda mi fuerza

Pasa a caricia

Toda mi cordura

Como si nada, vuela

Me desarmas

Me derrotas sin luchar

Aquí estoy

Soy tuyo si me quieres

Y si no,

Lo soy también.

¡Maldita seas, maldita!

¿De dónde viene tu poder?

Quizás yo,

Generoso, 

Te lo otorgo

No se

No se

No se……

 

                                            Fulgencio Aparicio Carrión.06-05-1989
 
 

jueves, 10 de abril de 2014

Sensación Bosque. Un poco de evasión para escuchar bajo la almohada y dormirse antes de que termine......


SENSACIÓN BOSQUE. OTOÑO

 

Caía, quería evitarlo pero caía, el viento lo empujaba sin perdón. Atrás quedaba el viejo árbol que le dio vida durante un año, al fin llegó al suelo, cerca de otras muchas hermanas ya secas.

               Otra vez estaba en el aire y notaba presión en su fino tallo, los dedos del hombre la elevaban ahora.

               Vaya, esta acaba de caer, pensó. Llevaba ya un buen rato sentado con su espalda apoyada en el viejo tronco, había notado como de improviso se había levantado esa ligera brisa que trajo a la hoja hasta él. Al hombre le gustaba este sitio, desde ahí podía mirar a la espesura del bosque, y con sólo girar un poco la cabeza veía el límite del bosque con el árido valle donde vivía. Se fijó por un momento en el bosque, observó la plácida penumbra que allí habitaba, bajo los árboles, victoriosa ante los tímidos rayos de luz que dejaban pasar las hojas y escuchó, si, escuchó la voz del bosque, esa voz susurrante y débil que se dejaba suavemente modular por el viento y la lluvia, como si de un gigantesco y verde instrumento musical de tratara.

 

SENSACIÓN BOSQUE. INVIERNO

 

Era tarde, entre la penumbra se veía caer la nieve. Yo conocía ese sonido, era como una lluvia de plumas pesadas y blancas. Me apreté mi viejo gorro de piel de zorro y salí del cobertizo, como tantas veces volví a tropezar en el escalón del centro, abrí la vieja puerta de madera y entré en la cabaña.

Todo seguía en su sitio, el fuego encendido, el viejo quinqué sobre la mesa y mi camastro deshecho. ¡Oh!, sí, éste es mi hogar. Dejé las pieles sobre la mesa y decidí hacer café.

               Mientras se hacía recordé aquella vieja canción:

 

¡Oh! Bosque solitario y perdido,

Ya lo he decidido,

Dejaré la ciudad para ir contigo.

¡Oh! Viejo bosque perdido

Haz de mí tu mejor amigo.

Voy, voy ya mi amigo

Voy a estar contigo……….

 

Fulgencio Aparicio Carrión.