jueves, 29 de noviembre de 2012

De pequeño perseguí a los alados



De pequeño perseguí a los alados,

insensible e incansable guerrero,

exhausto y vencedor volvía siempre

de mis guerras de verano,

¡Yo, contra el alado!

Casi no había sangre,

y si la había, no era mía

Cruel cruzado germen de humano.

Un día ocurrió

un alado pequeño, malherido

Ciego del impacto vino a mí

Con los ojos vacíos vino a mí

Buscando ayuda vino a mí.

Reo ciego a verdugo desconocido;

Ese día siempre lo he amado

Mi llanto diluyó su sangre,

Su Muerte entró en mí

y de humano me hizo Hermano y,

A la guerra puso fin

No hay comentarios:

Publicar un comentario